¿Que es el bienestar emocional?
Para mí, el bienestar emocional es la capacidad del ser humano para gestionar las emociones de forma eficiente y volver a un estado de balance.
En este estado de balance, nos adaptamos al entorno, accediendo a la energía cuando la necesitamos y volviendo rápidamente a la calma cuando no es necesaria.
Por ejemplo, durante una presentación en público, sentimos adrenalina y cortisol para mantenernos concentrados. Al finalizar la presentación, volvemos a relajarnos, logrando que el sistema nervioso simpático y parasimpático funcionen en equilibrio.
Otro ejemplo es el duelo tras la pérdida de un ser querido. Con bienestar emocional, procesamos la emoción, la expresamos y volvemos a la calma más rápidamente que si la reprimimos o repetimos el mismo diálogo mental.
Además de esta adaptabilidad, una persona con buena gestión emocional también dispone de una estabilidad interna, a pesar de las circunstancias externas.
Aunque todos deseamos sentir paz, plenitud y felicidad, no todos tenemos las mismas habilidades para gestionar nuestras emociones.
En este post, quiero reflexionar sobre cómo la expresión artística nos ayuda a alcanzar el bienestar emocional, encontrando así el balance, la calma y la estabilidad.
La expresión artística y la gestión emocional
Según mi modelo mental, la expresión artística es la representación de ideas y emociones a través de diferentes medios, que son:
- Artes escénicas: Música, danza, teatro.
- Artes visuales: Fotografía, cine, escultura, arte digital.
- Literatura: Expresión escrita de ideas, emociones y narrativas.
- Artesanía: Creación manual de objetos utilitarios y decorativos.
Entonces, ¿cómo nos ayuda a gestionar nuestras emociones la representación de pensamientos, conceptos y emociones a través de estas prácticas? Te lo cuento por puntos:
Aceptación
Me encanta el Ecstatic Dance. Es un tipo de evento donde no se consumen drogas, no se habla y se baila descalzo. Además de estas reglas, hay un punto muy importante: el respeto. Si quieres bailar con alguien, puedes indicarlo a través de la mirada o el contacto; sin embargo, si no quieres, simplemente haces el gesto de Namaste. La música es de estilo electrónico y varía en sus ritmos e intensidades, ofreciendo así una experiencia musical y un viaje interior de autodescubrimiento. Estas circunstancias son muy propicias para expresarnos en nuestro baile, libre de juicios.
Una parte fundamental de la gestión emocional es la aceptación de las emociones y de las partes de nuestra personalidad reprimidas, a lo que se conoce como nuestra sombra. Sin embargo, no siempre tenemos esa libertad de expresión a través del arte.
Un productor musical mainstream debe ceñirse a las tendencias del mercado y está sujeto a críticas de su trabajo, al igual que un artesano que fabrica un proyecto con características específicas para su cliente. Sin embargo, hay formas de expresión artística que sí son adecuadas para una mayor libertad, como la música indie, el teatro experimental o la fotografía mindfulness, donde la creación no se comparte, se comparte solo con las personas adecuadas, o simplemente, con nuestra intención, nos libramos de la crítica ajena.
Expresión
Una emoción no causa dolor. La resistencia o supresión de una emoción causa dolor (Frederick Dodson)
Aquello que se resiste, persiste. Podemos expresar una emoción tanto de forma interna, mediante nuestro diálogo mental o respirando en la sensación (que, por cierto, es una excelente manera de hacerlo), como de forma externa, conversando con alguien o a través del arte.
Cuando sentimos una emoción, se liberan diferentes hormonas en el cuerpo, dependiendo de la emoción. Al procesar e integrar la emoción, el cuerpo deja de producir esas hormonas y vuelve a un estado de balance, tal como comenté al inicio del post.
Si no expresamos las emociones, estas quedan guardadas en el tejido que envuelve los músculos, llamado fascia. Esto genera tensiones en nuestros músculos y pone a nuestro cuerpo en un estado de desbalance.
Por eso es importante expresar las emociones de forma saludable y madura. Esto no significa que debamos gritar o insultar cuando alguien nos molesta. Es crucial encontrar el momento adecuado y expresar las emociones de una manera constructiva, como a través de la expresión artística.
Cuando dibujamos, por ejemplo, representamos un concepto o sentimientos que experimentamos durante el proceso de creación. La diferencia es que no caemos en un bucle de pensamiento que volverá a disparar las mismas emociones sin liberarlas por completo.
El baile es otro ejemplo: expresamos las emociones con nuestro cuerpo, y lo hacemos desde la presencia, lo que permite procesarlas de forma efectiva.
Relaciones Sociales
¡Es divertido hacer arte! Sobre todo cuando el entorno genera confianza para expresarnos libremente. Es como jugar a crear. Actividades como la interpretación, la artesanía, la música y la fotografía nos permiten rodearnos de otras personas mientras realizamos la actividad.
Hay varios aspectos clave para crear conexiones con otras personas, como la confianza, el respeto y la validación de lo que la otra persona siente y piensa. Sin embargo, otro aspecto importante es la conexión emocional, es decir, sentir la misma emoción que la otra persona. Durante un proyecto artístico, normalmente se trabaja una emoción en conjunto, lo que facilita que las personas implicadas sientan la misma emoción. Con esta reflexión, puedo concluir que expresarnos artísticamente ayuda a conectar con otras personas.
De esta manera, disponemos de un apoyo para expresar nuestras emociones y situaciones para que puedan ser liberadas y expresadas. De nuevo, es importante hacerlo desde la consciencia y la responsabilidad individual, porque no es culpa del otro lo que yo siento; es mi responsabilidad gestionar mis emociones.
Es decir, la expresión artística nos permite conectar con otras personas que pueden formar un grupo de apoyo para expresar nuestras emociones, fortaleciendo así el bienestar emocional.
Gracias por leer hasta aquí. Espero que este post te haya servido para reflexionar e inspirarte a involucrarte en una actividad artística.